domingo, 25 de noviembre de 2012

''La quiero, claro que la quiero. No hago otra cosa que pensar en ella, no puedo dejar de hacerlo. Todo lo que me rodea me recuerda a ella. Cuando la veo... uf... cuando la veo el mundo se para, lo demás me da igual, solo me fijo en sus ojos y en esa sonrisa que tan loco me tiene. Es como si hubiera un interruptor dentro de mi que al verla se encendiera y me hiciera el chico más feliz de todo el mundo entero. La quiero tanto que hasta puedo soportar que se enfade conmigo quinientas mil veces, no quiero perderme ni un pique suyo ni quiero que sus ''te odio'' sean para otro. La quiero tanto que no soportaría no tenerla conmigo.''
Todo lo que conseguí en tres meses sin ti, todo lo que me costó superar tu ausencia se echó a perder en cuanto te vi venir. Ya no sé si felicitarte por romper todos mis esquemas.

domingo, 11 de noviembre de 2012

PASA DE TU CULO PERO TE LO MIRA CUANDO PASAS, LA RISA SE LE VUELVE MÁS FUERTE CUANDO PASAS POR SU LADO.
Aprendí a sufrir, también a pasarlo bien sin ti. Me reconstruí, tuve que decir que sí y que sí. Tuve que alejarme de ti, tuve que aprender a ser sin ti.
No sirve de nada negar lo evidente.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Siempre habrá alguien que aunque no quieras o por poco que te guste será tu debilidad, que si te sonríe tú sonreirás y se irá todo tu orgullo por donde vino, que si te habla tú le contestarás, y que si te necesita estarás ahí por mucho que duela.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Qué hago con tu esencia que se aferra a la mía?
Y es que quedan tantas cosas que contarte y que me cuentes, tantos ratos y pasiones por vivir a tu lado.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte, aunque sea tarde, escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca, que como tú me enseñaste cuando acabe de escribirla la quemaré, los sentimientos se pondrán a arder, y ese dolor... Cómo era... Ah sí, ese dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser claro, sería un imbécil si no gritara que me he equivocado, desde el principio, contigo. He intentado avanzar sin antes apartar las cosas que me lo impedían, agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar, empeñado en quedarme ahí. Que locura, ¿no? En medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar. ¿Dónde está el secreto del futuro? Puede que esté en fijarse bien, en avanzar, mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. Solo hay que dejar que las cosas pasen. Y ahora lo tendría claro, aunque ya no depende de mi.


Firmado: H

Película: Tengo Ganas De Ti.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ahora desearía decirte cosas mal sonantes y mandarte a la mierda para siempre, es una pena que el corazón no sea capaz de decirlo, porque no lo siente.

Ahora ya no puedo hacer nada, los sentimientos de los dos han cambiado y sobre todo los suyos. Él ya no depende de mí, ya no me habla con ese tono cariñoso que solía usar para hablarme, ya no me dice esos ‘te amo mi vida’ ni lo de ‘buenos días princesa’ que a muchas les encanta escuchar, y claro que a mi me encantaba. Y yo… bueno, yo sigo enamorada de él y sobre todo de nuestra corta pero bonita historia. Aunque lo que tengo que hacer ahora no es olvidar, es aprender a vivir con su recuerdo sin que me duela, parece fácil ¿verdad? Pero os aseguro que no. No es lo mismo despertarme por mi misma, mirar el móvil y no tener un whatsapp suyo diciéndome lo mucho que me ama y todo lo que me necesita. No es lo mismo, él se había convertido en mi rutina y hacía que esta no fuera aburrida, que fuera especial. ¿Sabéis? Por fin creía haber encontrado a mi chico, y no digo príncipe azul porque no he buscado nunca uno de esos, he buscado un chico que me quisiera tal y como soy, con mis defectos y virtudes y de verdad. Pero no, éste era uno más, aunque no quisiera verlo así. Me quería, o si no me quería sabía fingirlo genial. Parecía que su felicidad dependiera totalmente de mí y de mi estado de ánimo. No sé, realmente él no me niega que no estuviera enamorado de mí, él lo admite, pero los sentimientos a esta edad no suelen durar para siempre por mucho que queramos. Siempre me pasa lo mismo, al principio de todo es él el que está coladito por mí y no puede parar de pensar en mí, pero luego pasa el tiempo y se cansa de dar tanto y recibir tan poco, entonces soy yo la que me vuelvo loquita por él. Y él poco a poco se va cansando de todo esto y yo cada vez me enamoro más. Al final, él lo deja y yo sufro. Tocará cambiar la táctica, ¿no? Una al fin y al cabo se cansa de que le rompan el corazón.