miércoles, 13 de febrero de 2013

Bueno, creo que ya he aguantado demasiado. Creo que es hora de decirte algo y que también la es para que tu la escuches. A lo mejor después de esto se acaba nuestra amistad, el mundo... o incluso a lo mejor me acabo yo, pero necesito decírtelo. Creo que te quiero. Te quiero porque no aguanto que pases por mi lado sin mirarme y que segundos después te gires para comprobar si estaba mirándote mientras te largabas, te quiero porque cuando me sonríes me alegras el puto día aunque me hayan hecho la putada más jodida de la historia, te quiero porque no aguanto que me mires a los ojos más de cinco segundos porque me vuelvo loca imaginándome lo que podrías estar pensando, te quiero porque también me vuelve loca cuando te sientas a mi lado, cuando pasas y me dedicas una sonrisa, incluso te quiero cuando te enfadas conmigo. Y por mucho que me haga la dura ignorando tus abrazos con otras chicas, por mucho que pase por tu lado riéndome a carcajadas, nada es lo mismo si tú no estás. 
Tengo que decirte que no hay nada más bonito que tu sonrisa.
Sinceramente, no se puede ir con esa sonrisa y esos ojos por ahí sin hacer daño. Cualquier gesto, cualquier palabra e incluso cualquier mirada que tenga que ver contigo te hace sentir especial. Siempre pasa eso, aunque no queramos pensamos que lo somos, que piensa en nosotras cada vez que se da la vuelta y se aleja de ti. La verdad es que cada vez que me mira siento como si no existiera nadie más. Me entendéis, ¿no? Cada sonrisa suya es un motivo más para seguir adelante y cada roce de su mano con la mía me hace volverme completamente loca. No se si vosotros habréis tenido esa sensación de que vuestro estado de ánimo dependa completamente de su actitud  de como se comporta contigo y con los demás. De como te mira cada vez que le llamas, incluso de cuando te mira cuando no lo haces. Esas miradas para mi son las mejores, cuando tus ojos se van directamente a una persona, y que casualidad que sea él, ¿verdad?